martes, 21 de febrero de 2012


Extraño su forma de ser.
Extraño su forma de hacerme reír.
Extraño su forma de hacerme enojar.
Extraño la forma en la que me robaba un beso.
Extraño su forma de decir “te quiero”.
Extraño la forma en la que mi mano se acomodaba en la suya.
Extraño sus abrazos.
Extraño cada beso.
Extraño cada mirada.
Extraño su forma de quejarse de algo.
Extraño la forma en la que me miraba cuando hablaba.
Extraño la forma en la que adivinaba cuando algo malo me sucedía.
Extraño la forma en la que me arremedaba.
Extraño cuando se le pegaban frases mías y las repetía una y otra vez.
Extraño la forma en la que adivinaba cuando quería algo.
Extraño su forma de como saber lo que me gustaba. Extraño su forma de saber cuándo lo necesitaba.
Extraño su forma de decir “te amo”.
Extraño su risa.
Extraño ver la forma en la que su cara cambiaba de color cuando estaba apenado.
Extraño su olor. Extraño poner mi cabeza sobre su pecho.
Extraño su raro corte de cabello.
Extraño las tontas peleas.
Extraño los mensajes a escondidas.
Extraño las llamadas a media noche.
No solo extraño a un novio, extraño a mi mejor amigo.
Extraño todo lo que tenga que ver con el.
Lo quiero.
Lo necesito.
Lo quise, incluso llegue a amarlo.

Lo extraño…